
Experimentar tristeza es normal y hay que aceptarla como un sentimiento que nos permite elaborar algunas situaciones vitales facilitándonos la adaptación y ayudándonos a afrontar las perdidas, a enfrentarnos a algunos cambios en nuestra vida, son la señal que nos avisa que necesitamos solucionar alguna situación, otras favorece que pidamos ayuda a nuestra familia, nuestros amigos,.. el problema como vemos no es el desánimo, ni la tristeza o la falta de energía sino como los gestionamos, ya que si nos dejamos atrapar por ellos se pueden instalar en nuestra vida.

Sentirse desanimado, triste o con falta de energía es tan normal como sentirse alegre. Todas las emociones, tienen una función en nuestra vida, son necesarias, incluida la tristeza. Sin embargo, si estos sentimientos persisten y se intensifican e interfieren en nuestra vida cotidiana, nuestro trabajo, la vida familiar, nuestras responsabilidades,… Es importante que aprendamos a gestionarlos adecuadamente, si no lo hacemos, si podemos llegar a tener un problema importante.

Si queremos aprender a gestionar estas emociones podemos acudir a un profesional y aprender a mantenerlas a raya para no dejarnos atrapar, pero si tenemos algunos de estos síntomas, durante un tiempo, ha llegado nuestra hora de pedir ayuda y evitar problemas mayores:

